EL HOGAR: el arte de vivir en casas de superadobe
TOMADO DE http://galerialalinea.blogspot.com.es |
Escrito por Germán Martín Rais |
La
casa y el hogar siempre han tenido una importancia radical para el ser
humano. Un lugar donde dormir, alimentarse, asearse, estudiar y llevar
a cabo las tareas cotidianas es fundamental para gozar de una vida
ordenada. El ser humano necesita un espacio íntimo para reponerse del
trabajo diario y del agotador contacto con el mundo. Allí puede
ensimismarse y reflexionar, valorar su vida y sus deseos de futuro. En
el interior de su casa debe poder ocuparse de su cuerpo y de su alma.
Pero existe un principio que eleva al hogar a su categoría más sublime:
la familia. O podría decir, para ser más preciso, el amor.
Pero
del mismo modo que debemos ser conscientes de la superioridad del
espíritu sobre la materia, no podemos olvidar que nuestra vida es
encarnada, y que descuidar por completo la parte física conllevaría
también una merma para el alma. Por esta razón, y sin olvidar cuál es la
función de la casa, queremos poner especial atención en ella.
Consideramos que los materiales nobles,
es decir, los naturales, son los más apropiados para la construcción.
El propio terreno y lo que éste ofrezca determinará el material más
idóneo. De entre todos, nosotros nos inclinamos por el más abundante:
la tierra. Y tras buscar diferentes técnicas de construcción dimos con
el superadobe. Se trata de una técnica desarrollada por Nader Khalili,
ingeniero de origen iraní afincado en EEUU, y que ha recibido los más
altos certificados como casas antisísmicas. Sus casas de adobe parten
siempre de un módulo básico. Son
circulares y terminadas en bóveda; en ellas se pueden añadir tantos
habitáculos como sean precisos. El impacto medioambiental es mínimo ya
que los residuos y la contaminación que genera la construcción son
prácticamente nulos. Otra de sus virtudes es que estas casas se integran
perfectamente en el entorno causando un impacto visual también mínimo.
Se trata de casas sencillas y austeras pero que ofrecen las
comodidades de la vida actual. En otras palabras, proporcionan todo lo
verdaderamente necesario para vivir y evolucionar. Además, aunque pueda
parecer lo contrario, este tipo de construcción permite la
singularidad. Y es que la construcción de estas casas ofrece un juego
de formas tan ilimitado como lejos llegue nuestra imaginación. De esta
forma, todas las casas pueden ser distintas y, sin embargo, el empleo
de la tierra imprimirá un sello común que armonizará el conjunto de
ellas. Con esta técnica u otras parecidas se pueden crear casas de
ensueño, no como las que aparecen en las revistas y que cuestan cifras
de dinero desorbitadas, sino como lo que en verdad debe ser una casa:
un lugar bello propicio para albergar almas y formar un hogar.
Más info en www.regionsolar.com
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